martes, 21 de octubre de 2008

Participación ciudadana y conflictos

Crecer

Así se llama un curso, sobre participación ciudadana, que promovido por la Diputación Foral de Gipuzkoa se está impartiendo por distintas comarcas de este territorio.
Como viejo participante en los movimientos vecinales, me inscribí en el mismo para ver que había de nuevo en este campo y tratar de aprender algo. El 3, 4 y 5 de junio, fueron las fechas en las que en Irun y para la zona de Bidasoa-Txingudi, en horario de 19 a 21 horas, se impartió el mencionado curso. La organización corría a cargo de Baketik, que a su vez, encargo a profesores de la Universidad del País Vasco los dos primeros módulos sobre:”Teoría y reflexiones sobre la participación ciudadana” y “Mapa de experiencias y opciones de participación ciudadana”. El modulo tres, “Taller de propuestas sobre participación y resolución de conflictos” el encargado de llevarlo a cabo fue Lokarri.
El primer día la participación fue de unas 20 personas de las treinta que según los organizadores se habían inscrito, el segundo estábamos unos diez y el tercero una docena justa. Como se ve, la participación fue bastante escasa en cuanto al número.
La teoría sobre la participación y las experiencias, no fue para echar cohetes, pero yo donde me quiero centrar es en el taller del último día. La persona de Lokarri, era una joven, desenvuelta y con un muy buen uso de las palabras, yo diría que brillante en su exposición. Nos explico la teoría de los conflictos: que toda relación humana esta sujeta al conflicto, que en la solución de los mismos hay que tratar de que no haya ni vencedores ni vencidos, fijando unos mínimos éticos a tener en cuenta siempre, etc. y unas cuantas razones más sobre como actuar para resolver los mismos. Nos fijó unas reglas para la participación en el debate y a continuación se llevó a cabo una rueda de intervenciones de carácter general.
Pasamos a la experiencia práctica que consistía en una reflexión de cinco minutos, y después, poner sobre el papel nuestras ideas para la solución de un conflicto. Nos dijo que se podía plantear cualquier conflicto, pero nos llevo a que pensásemos en el conflicto vasco. Tuvimos un tiempo de dos minutos para exponer nuestras ideas, otro turno para preguntar sobre lo que no hubiésemos entendido de las reflexiones de los demás, y el último, de un minuto, para exponer lo que nos había parecido mejor o más novedoso de lo que se había dicho. Quedaba para el final la evaluación de las coincidencias.
Expongo a continuación algunas de las cosas que se dijeron: necesidad de que termine la violencia; reconocer el conflicto; sentimientos y dar la palabra al pueblo; Que los políticos nos den otra imagen y reconozcan que se han equivocado; la ETV como instrumento para los debates; retomar el camino reciente; potenciar la información y el porque de las cosas; escuchar y entender desde el respeto; que los partidos se pongan de acuerdo y sin justicia no habrá paz; la religión como causa de los conflictos; y análisis del porque del conflicto; buscar los puntos de encuentro entre los representantes legítimos de la sociedad y articular posibles soluciones. Solo hubo uno que hablo de otro conflicto, el de la inmigración. Dijo que quizás no había entendido bien.
Como se verá, solamente una persona habla de que termine la violencia, nadie se acuerda de las victimas y de la falta de libertad de quienes están en la política sin ser nacionalistas. Ante la pregunta a que se quiere referir una de las personas con lo de: “tiene que haber justicia para que haya paz”, responde que alguna injusticia se habrá producido. Es como tirar la piedra y esconder la mano, yo no se, pero alguna razón tendrán para seguir con la violencia. Por supuesto nadie dijo esto, pero es mi interpretación de la respuesta. Otro plantea la necesidad de un acuerdo entre los dos partidos más fuertes en la Comunidad Autónoma, PNV y PSE-EE, al que en todo caso se deberán sumar los demás y, fundamentalismo como origen y continuación del conflicto. Creo que fue una buena reflexión.
Salí preocupado, porque parece que la estrategia del Lehendakari y de algunos nacionalistas, esta calando en una parte de la sociedad. Es verdad que la muestra de Irun es muy pequeña y que las conclusiones en otra comarca guipuzcoana, el mismo día, era de que Ibarretxe dimita, dejando camino a la esperanza. Yo de todas formas, después de estos tres días, he crecido poco, he aprendido algo y me he frustrado bastante.

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