lunes, 12 de enero de 2009

¿Cuando terminara esta locura?

Miércoles 3 de diciembre, estamos terminando la jornada de mañana en la capital del Ebro, Zaragoza, un grupo de parlamentarios con la empresa de distribución Mercadona, en un programa denominado “Empresas parlamentarias”. Hemos visitado tres tiendas en las que nos han enseñado el tratamiento del pescado fresco a la manera tradicional, y la experiencia de hacerlo envasado. La satisfacción de los empleados y la buena aceptación por parte de sus clientes.

Como digo eran más de las 13:30 horas cuando en mi teléfono Mobil entra un mensaje de texto en el que me informan que una persona ha sido tiroteada en Azpeitia. A este sigue otro en el que ya se dan datos un empresario de la construcción de 71 años: Ignacio Uria, ha sido asesinado.

A continuación y después de poner en común con el grupo la mala noticia, me vienen a la memoria las veces que a lo largo de los años he tenido que interrumpir lo que estuviese haciendo, porque los asesinos de ETA han quitado la vida a un ciudadano: concejal, o que lo ha sido, periodista, ertzaina, militar, guardia civil, policía nacional juez, empresario, alguien que pasaba por allí, etc. Son demasiadas veces las que nos hemos reunido para rechazar el asesinato de una persona, o personas, para mostrar nuestra solidaridad con su familia y amigos Por eso cada vez que se produce un nuevo asesinato nos parece que las palabras no muestran, de tanto repetirlas, la importancia de nuestra solidaridad y el repudio a esa banda de asesinos y a quienes les dan cobertura de cualquier tipo. Aun así y aunque sean las mismas palabras, quiero mostrar mi solidaridad con la familia de Ignacio Uria y el mayor de mis desprecios a sus asesinos.

Siempre que ocurre un asesinato en el País Vasco, surgen de manera inmediata los que tienen soluciones para el mal que nos aqueja. Son como los buhoneros que van con su moderna carreta ofreciendo elixires mágicos que todo lo curan. El Presidente de la CEOE pide que los ayuntamientos en los que esta ANV sean disueltos, el PP coge la propuesta y la convierte en iniciativa parlamentaria. No importa que haya un informe reciente de la Abogacía del Estado que indica la casi imposibilidad de llevar a cabo esa medida.

El PNV se ofrece en Azpeitia a EA y Aralar, que hasta ahora han sido socios de ANV, para liderar una moción de censura que desaloje al actual Alcalde. Hasta aquí todo lógico, parece razonable que el grupo con más concejales en Azpeitia, el PNV, pueda presentar la mencionada moción. Pero yo no me puedo olvidar que EA y Aralar hicieron un acuerdo para que el candidato más votado no tuviera la alcaldía, y que eso, llevaba aparejado que EA tuviese otra en un pueblo costero. ¿Van a cambiar ahora de criterio? Tengo mis dudas. El ruido mediático desaparecerá y como en el caso de Mondragón todo volverá a ser lo mismo. Si los nacionalistas del PNV, EA y Aralar quieren, caerán bastantes alcaldías de ANV, pero la realidad de cada pueblo es diferente, en unos casos por miedo, en otras porque, como se va a quitar a un Alcalde o Alcaldesa abertzale para poner a alguien del PSE-EE. Y en otros más por las rivalidades entre personas que en un pasado, todavía reciente, pertenecían al mismo partido político.

Por supuesto que a mí me agradaría que fueran desalojados de todas las alcaldías, pero no nos engañemos, con esa medicina no se van a acabar los asesinatos, ni las extorsiones. Hay quien piensa que sin las cantidades que perciben de los ayuntamientos la gente radical desaparecería, sin duda se equivocan. Yo entiendo que la única medicina es la de perseguir a estos asesinos, o aprendices de la mafia etarra, juzgarles y ponerles en la cárcel donde deben cumplir la totalidad de sus condenas y que ni aquí, ni en Francia, ni en ningún país del mundo, puedan tener el más mínimo refugio.

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